El polipropileno es un termoplástico semicristalino, que se produce polimerizando propileno en presencia de un catalizador estereo específico. El polipropileno tiene múltiples aplicaciones, por lo que es considerado como uno de los productos termoplásticos de mayor desarrollo en el futuro. Es un producto inerte, totalmente reciclable, su incineración no tiene ningún efecto contaminante, y su tecnología de producción es la de menor impacto ambiental. Esta es una característica atractiva frente a materiales alternativos.
Varios puntos fuertes lo confirman como material idóneo para muchas aplicaciones:
Baja densidad
Alta dureza y resistente a la abrasión
Alta rigidez
Buena resistencia al calor
Excelente resistencia química
Excelente versatilidad
Por la excelente relación entre sus prestaciones y su precio, el polipropileno ha sustituido gradualmente a materiales como el vidrio, los metales o la madera, así como polímeros de amplio uso general (ABS y PVC).
El Polipropileno isotáctico, comercialmente conocido como Polipropileno, PP o hPP, es muy similar al polietileno, excepto por las siguientes propiedades:
Menor densidad: el PP tiene un peso específico entre 0,9 g/cm³ y 0,91 g/cm³, mientras que el peso específico del PEBD (polietileno de baja densidad) oscila entre 0,915 y 0,935, y el del PEAD (polietileno de alta densidad) entre 0,9 y 0,97 (en g/cm³)
Temperatura de reblandecimiento más alta
Gran resistencia al stress cracking
Mayor tendencia a ser oxidado (problema normalmente resuelto mediante la adición de antioxidantes)
El PP tiene un grado de cristalinidad intermedio entre el polietileno de alta y el de baja densidad.